Un grupo de científicos ha aclarado el mecanismo de supervivencia del
virus de la hepatitis C. El parásito se aprovecha de la función de una
pequeña molécula de ácido ribonucleico (ARN) del hígado humano y así
consigue replicarse con éxito y prosperar. Este hecho explicaría la
razón del éxito de un nuevo tratamiento antiviral contra el virus.
Científicos de la Universidad de Carolina del Norte, en colaboración
con investigadores de la Universidad de Colorado (ambas en EE UU), han
logrado comprender por primera vez el mecanismo gracias al cual el virus
de esta enfermedad sobrevive dentro del hígado. El hallazgo se publica
en el último número de la versión online de PNAS.
Este
virus consigue apropiarse de una molécula de microARN, encargada de
regular la expresión genética de las células del hígado. Gracias a ella
logra replicar su genoma de forma eficiente lo que
permite que su ciclo
de vida se prolongue con éxito.
Stanley M. Lemon, investigador de
la Universidad de Carolina del Norte, opina que el virus de la hepatitis
C “ha hecho dos cosas muy interesantes. La primera es desarrollar una
relación única con un regulador clave, el microARN llamado miR-122. La
segunda es usurpar un proceso con el que consigue la expresión de las
proteínas necesarias para mantenerse con vida”.
De este modo, “el
virus demuestra su capacidad de aprovechar las funciones, normalmente
beneficiosas, de la célula para conseguir sus propósitos nefastos”,
concluye Lemon. Comprender este mecanismo sirve ahora a los expertos
para explicar cómo actúa un nuevo medicamento experimental contra la
hepatitis C llamado antagomer. El remedio consigue desestabilizar
el genoma viral uniéndose a un ácido miR-122, lo que acelera la
degradación del virus en el hígado.
La hepatitis es una enfermedad
contagiosa considerada un problema de salud pública difícil de medir
debido a que los síntomas aparecen meses o años después de la infección.
La mayoría de las personas que lo portan lo desconocen.
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